Convertir
los 392 kilómetros cuadrados de Maracaibo en un extenso “pulmón vegetal” sería
ideal con la siembra de árboles intertropicales, coloridos y frondosos como
Caoba, Roble, Apamate y Cují en las principales calles, avenidas y plazas.
Aunque
no existe un diagnóstico preciso sobre la cantidad de especies que requiere la
capital zuliana para transformarla en un “bosque urbano”, ambientalistas opinan
que deben soportar altas temperaturas, como los 50° C registrados la semana
pasada, y tener entre cinco y 30 metros de altura.
Tal
como ocurre en la avenida Baralt, la urbanización Los Olivos, donde las ramas
de los árboles se entrelazan, ofreciendo una sombra a lo largo de toda la
carretera y aceras, son algunos ejemplos apropiados para hacer en Maracaibo un
ambiente más fresco.
“La
intención es que es que en cada espacio disponible tengamos un árbol. Hemos
invertido en la siembra de unas 10 mil plantas, desde arbustos de limón en la
avenida Bella Vista hasta robles y bucaro”, expresó Juan Pablo Lombardi,
presidente del Instituto Municipal del Ambiente.
Indicó
que los proyectos de recuperación de espacios se han practicado en conjunto con
instituciones escolares, universidades y grupos de voluntariado defensores del
medio ambiente para cultivar plantas que próximamente alcancen 30 metros de
altura.
Añadió
que especies como acacias, apamate, cují, éste último autóctono del Zulia,
pudieran sembrarse en la ciudad y evitar, en lo posible, el nim por ser
perjudicial para la biodiversidad en Maracaibo. “En estos árboles no anidan los
pájaros, estaríamos alejando la fauna con este insecticida natural, de
crecimiento rápido, resistente a la sequía, pero no lo recomendamos”, dijo
Lombardi, vía telefónica.
Añadió
que en Ciudadela Faría, Ciudad Lossada, Nueva Democracia, La Victoria y Los
Olivos sembraron varias plantas como caoba, bucaro, yacure y roble, que se
adaptan al clima para ofrecer lugares recreativos, purificar del aire, filtrar
el sonido y reducir los niveles de temperatura.
Por
su parte, Rosmira Jiménez , coordinadora de la Misión Árbol en el Zulia, dijo
que los árboles no deberían sobrepasar los cinco metros de altura para no
perjudicar el cableado público, las aceras y la distancia entre edificaciones.
“Lo
apropiado son los árboles conocidos como lluvia de oro, que no lleguen muy
alto, el araguaney, plantas de corte bajo de tres hasta cinco metros”, expresó
la funcionaria.
En
una encuesta a través del portal web PANORAMA, la mayoría prefiera la siembra
de árboles autóctonos como el cují. Sin embargo, usuarios de la red Facebook,
dijeron que los árboles frutales serían una buena opción para convertir a la
ciudad en una selva.
“El
restos de las hojas del cují es muy pequeño y con la lluvia tienden a hacer un
lodo que tapa los drenajes, que por cierto, nunca le hacen servicio en la
ciudad, y por qué no árboles frutales?”, opinó José Rodríguez.
Panorama
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