El
Sistema nacional de imprentas - Zulia Invita a la presentacion del libro
"No Lo Quise escribir" de El Gran Masturbador (Roberto Moran) el
Viernes 18 de Mayo en la libreria del sur a las 5pm.
Un epílogo para Roberto o una
poemática desesperada para un poemario en desespero:
“No
voy a quitarles mucho tiempo. Ya sé que han leído el libro. Sólo pienso
estampar mi impresión (opinar sobre un poemario puede ser aburrido). A Roberto,
es decir, al Gran Mastubador, hay que tenerle miedo. Susto, espanto. Dolor de
alma. Cuando lo veo pienso en un diablo que habita en la ciudad como en un
puente de espumas entre los mundos de la maldad almada y el bien macabro.
Entonces el corazón se hincha, leyendo el poemario de este hombre que ha dejado
los escrúpulos en el mismo cesto donde dejó la ropa sucia.
Debo
decir que una vez mi amiga María Cristina Solaeche dijo que los poemas de
Roberto eran seudo-pornográficos, pero ya hemos coincidido en que sus textos
pueden ser considerados abiertamente pornográficos: pero con la única función
de romper con lo establecido. No lo quise escribir se suscribe (quizá
humildemente, quizá) en la misma línea en que están escritos libros como: Los
Cantos de Maldoror de Isidore Ducasse, Sándwichs de realidad de Allen Ginsberg,
Oración por Marilyn Monroe y otros poemas de Ernesto Cardenal; pero sobre todo
los Poemas y antipoemas de Nicanor Parra. Digo esto para justificar a Roberto
en su injustificable proyecto poético.
No
duden en releer este libro porque (como dice Jorge García Tamayo) la literatura
se hizo para releerla. Este es un poemario de uso. Llévese en el momento del
golpe del estado. Llévese cuando se prepare la bomba del amor. Úsese para
evitar la invasión del corazón. Téngase pendiente cuando haga falta la
esperanza. Este libro es un libro de uso, pero es completamente inútil para
aquellos que no crean en la poesía (eso puede darnos un poco de tranquilidad,
no caerá en malas manos, porque quién cree poesía tiene otra forma de creer en
dios).
Este
poemario me dejó con ganas de pelear. Me dejó en el movimiento elíptico del
espermatozoide en busca del ovulo. Me dejó en el desespero (y ojalá que a
ustedes también). Después de leer este poemario quedé plenamente convencido de
lo necesario que resulta tener flores del mal sembradas en el jardín (los
gladiolos y las rosas no son suficientes). No debemos olvidarnos de la rebeldía
(el principio de la paz, es el fundamento de la justicia, sin rebeldes no hay
futuro posible, sin rebeldía la tristeza y la alegría carecerían de sentido). Y
aunque Roberto diga: “No lo quise escribir”, yo digo, menos mal que lo
escribiste.”
Luis Perozo Cervantes
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