miércoles, 19 de diciembre de 2012

Paz interior para el solsticio



La primera vez que se marcó el solsticio en un calendario, fue en el juliano, en el año 45 a.C. En ese entonces, se celebraba el día 25 de diciembre. Después que a finales del siglo XVI, el papa Gregorio ¨XIII modificara el almanaque, comenzó a celebrarse el 21 de diciembre. En este día, parte del mundo occidental también celebra la llegada del Espíritu de la Navidad.




Fanny Villalobos (@fengfanny), presidenta de Instituto Venezolano del Feng Shui, comenta que este año el solsticio es muy especial pues significa "un cambio de era de la Tierra, que avanza hacia un nivel muy elevado". A su decir, a los seres humanos les corresponde acompañar al planeta en ese ascenso.





"Esto se hace siendo mejores personas. Buscando paz interior. Dando perdón. Reflexionando más. Siendo más pacíficos y menos violentos. Es algo que a los venezolanos nos hace mucha falta y que nos ayudará en el próximo año, que en el horóscopo chino le corresponde a la serpiente yin, un animal tranquilo", expresa.

Se trata de elevar el espíritu. Su recomendación es clara: "El 21 hay que dar mucho amor y ser más agradecidos con el planeta y con nosotros mismos", añade. La actitud debe cambiar. En vez de pensar en lo que no se ha logrado, debe agradecerse por lo que se tiene.

Para el astrólogo Edgar Espinoza (@espinoedgar), es también un momento de "abrir el corazón". A su decir, diciembre es mes de espiritualidad, amor y renovación, lleno de energías sutiles que el hombre ha buscado desde tiempos antiguos. "Qué mejor momento para diseñar las estructuras del perdón y llegar a ellas a través de los caminos de la conciliación familiar. Un ciclo está cesando y otro comienza con expectativas", expresa.

Espinoza explica que la llegada del Espíritu de Navidad, este día 21, es una de las cuatro celebraciones decembrinas de carácter espiritual, que ayudan a despertar la fe y la convicción para la materialización de los deseos. Las otras son Navidad, Día de los Santos Inocentes y Año Nuevo.

"El Espíritu de la Navidad es un efluvio que se siente. Es la fuente de todo dar. Es cuando en algún momento sentimos una voz, un aroma y una emoción interior que nos dice que es Navidad. Esa es su auténtica llegada. Se trata de abrir la puerta del corazón para que se haga huésped en nosotros", puntualiza.

El Universal

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