En
esta época del año, muchas de nuestras emociones se desbordan, saltamos de la
alegría a la tristeza pasando por la nostalgia. Nos conectamos a diferentes
momentos del pasado, recordamos personas y sentimientos con la intención de
hacer una especie de inventario de todo lo vivido buscando resaltar la mayoría
de las veces el dolor, el fracaso y la dificultad. Esta especie de ritual
negativo nos lleva a deprimirnos y a tomar la decisión de encerrarnos en casa
negándonos a participar de cualquier celebración.
Con
ese terrible ritual que venimos repitiendo año tras año, para abrirnos a nueva
experiencia de vida. Vamos a celebrar el hecho de tener una nueva oportunidad,
de volver a comenzar. ¡Año nuevo… vida nueva!
¡Aprendamos
a cerrar los círculos!
No
perdamos más tiempo lamentándonos y sintiéndonos víctimas del pasado. Este es
el momento propicio para vivir el presente, renovados y con la actitud que nos
permita disfrutarlo. Acepta la oportunidad que te da la vida y deja de pensar
que el próximo año será igual o peor. ¿Qué esperas para alcanzar tus sueños y tener la vida que
te mereces?
Cada
vez que nos disponemos a cerrar círculos, maduramos como personas, crecemos,
ajustamos nuestra visión e interpretación acerca de la vida y logramos definir
los parámetros de la vida que queremos. Terminar un año, implica cerrar un
círculo, para descubrir cuanto has madurado.
Si al hacer tu inventario de vida
reconoces los errores que has cometido, no te sientas culpable, piensa que
también lograste muchas cosas positivas en este año. ¡Vamos, no seas tan duro
contigo mismo! Te invito a renovar tus votos por la felicidad, la paz, la
alegría, las buenas relaciones y sobre todo por la confianza en un año nuevo
lleno de oportunidades, prosperidad y abundancia.
Recuerda
que para poder tener un año nuevo de verdad, debemos revisarnos y hacer cambios
en nuestra actitud y en nuestro comportamiento. Libérate.
Elabora una lista con todos aquellos recuerdos y sentimientos que deseas sacar
de tu vida. Toma la decisión de liberarte de aquellas cosas que te afectan en
el presente y escribe al lado de cada una de ellas cómo puedes resolverlas.
Celebra
la vida. Reconoce cada pequeño a gran regalo que hayas recibido a lo largo de
este año y siéntete agradecido por su presencia en tu vida. Si te es posible
busca la manera de hacerle llegar tu gratitud y buenos sentimientos a todas las
personas que fueron un instrumento para que la magia, la prosperidad, la ayuda
o la respuesta llegara a ti.
Rodéate
de personas positivas. Es tiempo de renovar un poco tu círculo social, para
acercarte a otras personas que sean más positivas, entusiastas y optimistas
frente a la vida. Hacerlo te ayudará a mejorar tu actitud.
Sana
tus relaciones personales. Regresa
a la familia. Suaviza tu rostro y a pesar de todo lo duro que haya sido este
año, haz el esfuerzo de sonreír, conéctate a la música, canta, baila y celebra, que aunque duela a veces, no hay nada como estar vivo.
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