Desde
el 10 de febrero de 2013 se celebra el año nuevo chino, su símbolo es la
serpiente. Este va a ser el año 4711 (como el agua perfumada alemana) de ese
calendario.
La gente limpia sus casas sacando todo lo viejo e inservible,
decoran las paredes con carteles de color rojo, lanzan fuegos artificiales y
petardos para alejar la mala suerte y traer prosperidad a sus casas. Uno de los
rituales para recibir ese año nuevo es pagar cualquier deuda pendiente.
Según
los chinos la serpiente es sagrada, de buena suerte y muestra sabiduría.
También por cambiar la piel se refieren a ella como símbolo de las
transiciones. Este año de la serpiente es particular porque no es cualquier
serpiente, no señor. Este año es de la serpiente de agua, algo que solo sucede
cada sesenta años. Implica inquietud y retos, un año exigente y de lecciones
por aprender.
Es
por esto amigos que a pesar de tener o no creencias fuertes en religiones o
traiciones, es bueno que trabajen en mejorar su día a día, aprender a respirar
y pensar con más claridad y objetividad en la vida. Es necesario aprender a no
luchar contra la corriente ni dejar que te lleve. Estar tan cómodo y en calma
con uno mismo para mantenerse en equilibrio con ella.
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