Si
febrero ha sido el mes del asteroide, marzo será el mes del cometa. Un cometa
que llegará de mucho más allá de las órbitas de Neptuno y Plutón, donde el Sol
apenas representa un punto de luz no mucho más brillante que otras estrellas y
un vasto enjambre de cuerpos helados, la llamada Nube de Oort, rodea el Sistema
Solar.
El
cometa, llamado PanStarrs, es muy esperado por los astrónomos y aficionados, ya
que se espera que sea visible a simple vista cuando aparezca en los cielos del
hemisferio norte. Pero los cometas son poco fiables, lo mismo supone un gran
espectáculo que una decepción. De momento, se sabe que ha perdido algo de
luminosidad, pero aún con eso puede resultar todo un show nocturno.
El
cometa fue descubierto en junio de 2011 por el telescopio de observación
panorámica que se encuentra sobre el volcán Haleakala en Hawaii, de cuyas
siglas recibe su particular nombre. A principios de marzo, el cometa pasará a
unos 100 millones de kilómetros de la Tierra a medida que se sumerja brevemente
en el interior de la órbita de Mercurio. La mayoría de los expertos esperaba
que se convierta en un objeto visible a simple vista casi tan brillante como
las estrellas de la Osa Mayor.
Sin
embargo, los cometas provenientes de la nube de Oort siempre son una incógnita.
Debido a que ésta es la primera visita del PanStarrs, nunca antes ha sido
puesto a prueba por el intenso calor y la fuerza gravitacional del Sol. Podría
pasar que el material congelado del cometa escupa impresionantes chorros de gas
y polvo en el cielo nocturno, lo que se traduce en una llamativa cola, pero
también podría ocurrir que el cometa se colapse y resulte decepcionante.
En el crepúsculo
PanStarrs
estará muy cerca al Sol. Esto significa, según explica la NASA, que solo será
observable en el crepúsculo, cuando el cielo no es del todo oscuro. Las mejores
fechas para verlo serán el 12 y el 13 de marzo, cuando surja en el cielo del
atardecer occidental, no lejos de la Luna creciente. Un cometa y la Luna, en
conjunto, enmarcado en el crepúsculo azul, ya es un espectáculo poco común.
Otras
dos fechas clave serán el 5 de marzo, cuando el cometa se acerque más a la
Tierra (a unos 100 millones de kilómetros de distancia) y el 10 de marzo, cuando
el cometa se acerque más al Sol. La dosis de calefacción solar que reciba justo
dentro de la órbita de Mercurio puede ser lo que el cometa necesite para ser
visto a simple vista.
Como
en todas las observaciones astronómicas, es aconsejable ubicarse en una zona
oscura, alejada de las luces de las ciudades, y sin obstáculos como montañas,
edificios o árboles altos que puedan impedir la visión del horizonte.
El
PanStarrs no será el único cometa brillante que veremos en 2013. En noviembre,
el cometa ISON podría brillar tanto como la Luna llena en plena luz del día.
Dos cometas brillantes en un mismo año supone toda una rareza.
ABC
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